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La inscripción consiste en la cumplimentación del formulario de alta en la Seguridad social, aportando la nueva escritura pública de constitución, y la documentación de identidad del solicitante y de los trabajadores oportunos en el plazo de un mes desde el inicio de la actividad laboral de los trabajadores para así evitar sanciones administrativas.

Una vez constituida la sociedad legalmente e inscrita en el Registro Mercantil, en el plazo de un mes desde la inscripción se presentará la escritura pública de constitución en la AEAT. Una vez cumplidos los requisitos necesarios, la AEAT le asignará el CIF definitivo mediante el cual estará identificado como contribuyente y podrá realizar cualquier trámite con la Administración Pública. Este número siempre será el mismo que el provisional.

Habiéndose otorgado correctamente la escritura de constitución de la sociedad, es necesario acudir en el plazo de un mes al Registro Mercantil de la provincia correspondiente para presentarla cumplimentando un formulario de solicitud de inscripción de la misma, abonando su respectiva provisión de fondos.

Para la obtención de la escritura de constitución de la sociedad, se debe acudir a la notaría correspondiente aportando el certificado negativo del Registro Mercantil Central, el certificado del banco de la aportación al capital social, el Documento de identidad de los socios y los estatutos sociales.

El modelo 600 es un impreso de autoliquidación del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITP y AJD), en su modalidad de operaciones societarias. Este modelo se utiliza para liquidar el impuesto que se genera en la constitución de una sociedad no anónima. Este modelo consta de los datos de la operación y del cálculo del impuesto.

La certificación negativa de denominación social es un documento emitido por el Registro Mercantil Central que acredita que la denominación social elegida para la empresa no se encuentra registrada a favor de otra persona, física o jurídica. Este documento es obligatorio para la constitución de cualquier empresa en España, independientemente de su forma jurídica y tiene una validez de tres meses. Si la denominación social elegida ya se encuentra registrada a favor de otra empresa, la empresa no podrá utilizar esa denominación. Por lo tanto, es importante solicitar una certificación negativa antes de iniciar los trámites de constitución de la empresa.

El dominio web, el nombre de marca y el hosting son tres elementos fundamentales para la creación de una empresa online. El dominio web es la dirección de Internet de la página web de la empresa. Debe ser original, fácil de recordar y relevante para la actividad de la empresa.

El nombre de marca es el nombre con el que la empresa se identifica ante sus clientes. Debe ser original, fácil de recordar y pronunciar, y relevante para la actividad de la empresa.

El hosting es el servicio que almacena el contenido de la página web de la empresa. Debe ser fiable, escalable y asequible. Por estos motivos, es importante escoger cuidadosamente estos tres elementos para crear una identidad fuerte y visible para la empresa.

El NIF provisional y el NIF definitivo es el mismo número de identificación fiscal que se otorgan a las empresas en España. El NIF provisional se concede de forma inmediata tras la correcta cumplimentación del modelo 036 de la Agencia Tributaria y permite a la empresa iniciar su actividad económica, mientras que el NIF definitivo es una vez la empresa, está inscrita en el registro mercantil.

La solicitud de NIF provisional es un trámite obligatorio para la creación de una empresa en España. Se puede realizar de forma presencial o telemática. Para que este pase a definitivo nuevamente se debe cumplimentar otro modelo 036 en el plazo de un mes desde la constitución de la empresa. La obtención del NIF definitivo es un trámite necesario para que la empresa pueda operar de forma regular en España. Este número de identificación fiscal se utiliza para identificar a la empresa ante las autoridades fiscales, laborales y mercantiles.

El proceso de constitución de una empresa en España es un procedimiento administrativo que se lleva a cabo ante la notaría y el Registro Mercantil. El objetivo de este procedimiento es otorgar personalidad jurídica a la empresa, es decir, que la empresa pueda actuar como un sujeto autónomo en el ámbito jurídico.

Habiendo optado por la S.L., y una vez comprobado que el nombre elegido para la empresa no se encuentra registrado para otra, es momento de acudir a la entidad financiera correspondiente a depositar el capital social si se desea, o por el contrario indicar que los socios responderán solidariamente sobre el capital social en cuyo caso no habrá que ingresarlo o se puede componer únicamente de bienes materiales.

Una vez otorgada la escritura pública de constitución en la Notaría, será necesario inscribirla en el Registro Mercantil de la provincia donde radique la sociedad para esta finalmente pueda obtener personalidad jurídica propia.

Tras la constitución de su sociedad, le aconsejamos registrar su marca ante la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM). Este trámite ofrecerá a su empresa protección legal, pues tendrá un derecho exclusivo sobre la misma; permitirá a los consumidores identificar sus servicios respecto a la competencia; facilitará sus posibilidades de hacer negocios en el extranjero y le aportará un valor añadido a su empresa.

El Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) es un impuesto directo que grava la realización de actividades económicas, tanto empresariales como profesionales, en territorio español.

Las sociedades, al constituirse, adquieren la condición de contribuyentes del IAE, por lo que deben darse de alta en dicho impuesto. El alta en el IAE se realiza mediante la presentación de los modelos 036 o 037 de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT). El modelo 036 se utiliza para la presentación de declaraciones censales complejas. El modelo 037 se utiliza para la presentación de declaraciones censales sencillas.

El alta en la Seguridad Social es el procedimiento mediante el cual las sociedades comunican a la Seguridad Social el inicio de la actividad laboral de sus trabajadores. El alta en la Seguridad Social es necesario para que los trabajadores puedan acceder a las prestaciones de la Seguridad Social, como la jubilación, la incapacidad, la maternidad y la paternidad. Es un trámite obligatorio que se debe realizar en el plazo de un mes desde el inicio de la actividad laboral del trabajador.
El alta se puede hacer presencialmente acudiendo a las oficinas de la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS), o mediante la sede electrónica.

En función del porcentaje de los socios, y que sean trabajadores, o administradores, el encuadramiento en la seguridad social será distinto.

Es importante que su sociedad cumpla con la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD), con la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y del Comercio Electrónico (LSSI-CE) y que realice avisos de cookies, pues de esta forma, protegerá los derechos de los ciudadanos sobre sus datos personales, evitará posibles sanciones administrativas y mejorará la confianza de los usuarios en la empresa.